Piensa en los tuyos La visión y la conducción

El 90% de la información que necesitamos para conducir la recibimos a través de nuestra visión.
Mientras se conduce, la visión se ve obligada a adaptarse rápidamente a un entorno que cambia más rápido que en condiciones normales.
Cualquier alteración ocular o enfermedad provoca una visión de peor calidad y multiplica el riesgo de tener cualquier tipo de contratiempo a la carretera. Estas circunstancias hacen que resulte más difícil calcular distancias o conducir en situaciones adversas.

Es esencial que la agudeza visual sea la mejor posible puesto que el tiempo de reacción desde que se detecta el objeto tiene que ser el menor posible y poder así evitar accidentes. En caso de llevar ojeras graduadas es aconsejable llevar lentos antireflejantes para conducir con una visión óptima. Los vidrios antireflejantes eliminan los reflejos molestos de sobre de las lentes y son un 20% más transparentes que los vidrios sin tratamiento. Por conducción diurna las lentes polarizadas incorporan un filtro que elimina el reflejo horizontal de superficies planas como el agua o el asfalto. También reducen el deslumbramiento de la carretera aumentando la visibilidad y el confort al conducir.