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Para corregir los defectos de graduación y lograr una visión óptima, existen dos principales grupos de lentes, monofocales y progresivas:
Monofocales
Corrigen los defectos de refracción como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
Miopía:
Es el defecto de refracción que se presenta con más frecuencia. Cuando una persona es miope ve mal de lejos, aunque de cerca puede ver perfectamente. Esta visión borrosa de lejos es más pronunciada cuanto mayor sea la miopía.
Hipermetropía:
Las personas hipermétropes pueden ver mal tanto de lejos como de cerca en función del grado. Es decir, si es elevada verá mal tanto de lejos como de cerca, y si es baja, la visión lejana será óptima y la de cerca borrosa. En este último caso, en muchas ocasiones, más que visión borrosa de cerca, el síntoma suele ser fatiga ocular, sobre todo en aquellas personas que pasan gran parte del día frente al ordenador o leyendo.
Astigmatismo:
Puede presentarse aislado o combinado con una miopía o con una hipermetropía. Cuando es leve la visión es borrosa. Y si es elevado puede provocar dolor de cabeza, cansancio ocular y visión borrosa a todas las distancias.
Progresivas
Además de poder corregir los defectos de graduación como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, también corrigen la presbicia, más conocida como vista cansada.
Presbicia:
El síntoma más notable al principio es la dificultad para leer letras o ver detalles pequeños a distancias cortas, y que para mejorar la visión de cerca se tiende a alejar los brazos. También suele buscarse la luz para mejorar esta visión de cerca. Aunque durante toda la vida se haya disfrutado de una perfecta visión, la presbicia siempre aparece. La presbicia se trata de un efecto natural que ocurre a todo el mundo, y que se debe a una disminución de la capacidad de enfoque de objetos cercanos. El cristalino, encargado del enfoque, pierde elasticidad y no realiza su función correctamente. La presbicia aparece aproximadamente a los 40-45 años y aumenta con el paso del tiempo hasta los 65-70 años, cuando se estabiliza.
PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE PROGRESIVAS
A partir del momento en el cual usted comience a tener problemas para leer sobre todo textos donde las letras sean pequeñas o al maquillarse, cuando busque más intensidad luminosa para poder leer o cuando tenga que alejar el texto de sus ojos estirando sus brazos.
La edad para comenzar a necesitar una corrección para la presbicia fluctúa entre los 37 y los 45 años más o menos y dependerá fundamentalmente de dos factores: el tipo de actividad en visión cercana que usted realiza y si usted ya presenta alguna ametropía.
Por ejemplo, un miope tardará más en necesitar una gafa graduada para cerca que un hipermétrope o una persona que trabaje en una oficina las necesitará antes que quien trabaje al aire libre.
La presbicia al ser evolutiva no se estabiliza hasta los 60 años, más o menos. Usted estará obligado a cambiar cada cierto tiempo su corrección hasta que la ametropía se estabilice.
Visite a su óptico-optometrista de confianza para que le realice un examen visual completo que determine si usted es o no présbita y cuál es la prescripción que usted necesita para corregir su falta de visión de cerca mediante unas gafas graduadas.
No. La presbicia es inevitable, todos debemos pasar por ella.
Cuanto más tarde en usar las gafas graduadas con la corrección adecuada lo único que conseguirá será sufrir las molestias ligadas a la presbicia durante más tiempo: fatiga ocular, visión borrosa, dificultad para leer textos con letra pequeña, etc.
Una lente progresiva es una lente oftálmica que gracias a una geometría especial y a un diseño complejo es capaz de proporcionar al usuario una solución completa a su problema visual al permitirle con una sola gafa poder trabajar a todas las distancias: distancia lejana, distancia intermedia y distancia cercana.
Las lentes progresivas también reciben el nombre de lentes multifocales porque están diseñadas para ver a diferentes distancias.
Existen tres alternativas, pero ninguna de ellas proporcionará todas las ventajas de unas gafas con lentes progresivas. Son soluciones más limitadas.
Gafas con lentes Bifocales: le permitirán ver desde lejos y de cerca pero no tendrá una corrección para la visión intermedia. El salto de potencia entre la corrección de lejos y la de cerca puede ocasionar ciertas dificultades de adaptación. Desde un punto de vista estético es la peor solución.
Gafas con lentes Monofocales: con este tipo de lentes solo podrá corregir su problema en visión de cerca. Cuando quiera mirar desde lejos o a una distancia intermedia tendrá que quitarse las gafas. Solo serían recomendables si usted únicamente las quiere para leer o para realizar una actividad en visión cercana limitada.
Gafas con lentes Ocupacionales: este tipo de lentes le permitirán ver de cerca y a media distancia. Son ideales para personas que trabajan en una mesa y están constantemente cambiando de distancia de lectura entre los papeles que están leyendo (visión de cerca) y el ordenador con el que trabajan (visión intermedia). Ahora bien, en caso de tener que mirar también de lejos tendrá que mirar por fuera de las gafas.
Existen muchos tipos:
Lentes progresivas personalizadas en función de su comportamiento visual.
Lentes progresivas personalizadas en función de la montura que usted haya elegido.
Lentes progresivas con diseños suaves para favorecer a los usuarios estáticos.
Lentes progresivas con diseños duros para favorecer a los usuarios que realizan actividades dinámicas.
Etc.
Lo ideal es explicar a su óptico cuáles son sus necesidades y nosotros le recomendaremos el diseño más adecuado para usted.
Por supuesto. Existen lentes de contacto diseñadas específicamente para corregir la presbicia. Es una opción ideal para aquellas personas que no quieren usar gafas.
Consulte con nosotros cuál es la lente de contacto que mejor se adapta a sus necesidades.
En absoluto. En la actualidad los diseños de lentes progresivas han evolucionado hasta tal punto que las dificultades que tradicionalmente existían con estas lentes han desaparecido. Hoy en día los problemas de adaptación son prácticamente inexistentes y su tasa de éxito ronda el 100%.
LENTES PROGRESIVAS PERSONALIZADAS
Se fabrican teniendo en cuenta parámetros como la graduación, la distancia interpupilar y la altura, adaptándose a la perfección a la montura elegida y proporcionando campos visuales un 20% más amplios, menor distorsión y mayor confort visual.
Estas lentes están especialmente diseñadas para:
Trabajos en interior: para personas que necesitan estar con frecuencia en entornos cerrados, como oficinas, médicos, arquitectos, despachos, y otras actividades que requieren movimientos interiores o trabajos domésticos como cocinar o jugar a videojuegos.
Monturas deportivas: para personas que hacen actividades en el exterior y que priorizan la visión de lejos, con compensación prismática para aumentar el confort. Por ejemplo: practicar deporte o hacer ciclismo.
En las lentes personalizadas, cada lente es cortada de manera individualizada, logrando que se adapten a la perfección a sus necesidades y proporcionándole una visión más clara y cómoda en cualquier situación.